El CCA Ourense Centro, la Federación de Comercio de Ourense y la Confederación Empresarial de Ourense en acuerdo de su último Comité Ejecutivo, apuestan por una ciudad competitiva, sostenible y con calidad de vida.
El proceso de abandono que han sufrido los centros urbanos en muchas ciudades ha supuesto para la ciudad moderna una progresiva pérdida de su función tradicional de centralidad como consecuencia del impacto del cambio de uso central y de las actuaciones de renovación y crecimiento urbano desestructurado, dando lugar a un desplazamiento de la población y la actividad comercial hacia la periferia.
Por tanto, una de las claves para lograr conservar e impulsar la vitalidad del centro, y por ende de la propia ciudad, será el hecho de que el centro urbano sea capaz de competir en su entorno con otras zonas de atracción y formatos comerciales para asegurarse su vitalidad económica.
El comercio urbano en Ourense genera riqueza, genera empleo y es un activo estratégico que incide directamente sobre el modelo de ciudad que tendremos en un futuro inmediato.
Desde el punto de vista económico, las cifras son concluyentes;
* El 30% de todos los autónomos de Ourense desarrollan su actividad en el sector comercial.
* Da empleo a más de 13.500 familias, lo que representa el 17% de la población ocupada de la provincia (se sitúa al nivel de la industria en número de empleos generados).
* En total 21.000 personas, de las poco más de 100.000 que estaban ocupadas a principios de año, dependen directamente de la marcha del sector comercial.
* Su aportación al total del PIB de la provincia, según el INE, se sitúa en el 12%.
Crear un polo comercial de fuerte atracción en la periferia de la ciudad, como es el caso de la inminente apertura de dos grandes superficies comerciales en el eje Mariñamansa – A Farixa, tendrá una fuerte incidencia en el resto del tejido comercial de la ciudad y su área de influencia.
Toda inversión económica, en principio, es deseable, esperada y la posibilidad de creación directo de empleo ya justifica de por sí, su llegada. Pero a la vez puede generar impactos positivos y/o negativos, que deberían preverse y potenciarse o corregirse, y en esa tarea las Administraciones públicas tienen una clara responsabilidad.
Un comercio local fuerte y consolidado redunda en un mayor beneficio para la ciudad, tal como se desprende de un estudio realizado por Friends of the Herat, que afirma que más del 50% de las ganancias de establecimientos locales retornan a la comunidad, normalmente a través de la compra de productos locales, salarios de los trabajadores y dinero gastado en otros negocios, mientras que las superficies comerciales retornan un 5%.
Se trata, por tanto, de defender un estilo de vida y de ciudad, no desde el miedo a la globalización sino desde su adaptación a las realidades locales, en este caso, la ourensana.
Ahora mismo, las experiencias europeas buscan la revitalización comercial de las ciudades mediante el urbanismo comercial y la dinamización del comercio, al percibir que se estaba destruyendo el corazón de sus ciudades, y convirtiéndose en lugares sin identidad.
En Ourense, sobre el papel, las Administraciones parecen tener claro cual es el rumbo que debe tomar la ciudad.
- Por una parte, el Plan General de Ordenación Urbana prevé un modelo de ciudad basado en la trama urbana consolidada, persiguiendo sobre todo el desarrollo de núcleos urbanos, potenciando el comercio de proximidad. Un modelo de ciudad en el que de alguna forma trata de potenciar zonas de mayor convivencia, donde se convine el uso residencial con el uso de oficinas, de comercio, y que se vaya generando una vida alrededor.
- Y, por otra parte, en el Plan Estratégico de Ourense 2010 se recoge como objetivo estratégico la Dinamización de los centros urbanos, donde ir de compras resulte agradable y atractivo.
Desde nuestro punto de vista, para minimizar estos efectos es necesario poner en marcha dos medidas:
- Inversiones urbanístico-comerciales: peatonalización de viales, transformación de viales en zonas de coexistencia, mobiliario urbano, iluminación, jardinería, etc…
- Evitar la dotación de espacio comercial en las inmediaciones de los nuevos espacios comerciales, siendo necesario modificar el Plan de Ordenación Municipal para reducir al máximo la dotación comercial que está prevista en la zona. Deberá seguir el modelo de Hipercor Santiago, impidiendo la implantación de una nueva zona comercial alrededor del mismo, tal como se demandó ya por el CCA Ourense Centro hace unos meses.
Este tipo de medidas deben ser planificadas conjuntamente entre los agentes del sector y la Administración implicada.
Por ello,
1º Proponemos la creación de una mesa del comercio, presidida por el Alcalde, en la que estén presentes las tres administraciones, local, provincial y autonómica y las organizaciones comerciales y sociales más representativas.
2º Solicitamos reinvertir una parte importante de las tasas municipales recaudadas por las obras y licencias de estas dos superficies comerciales en fortalecer el comercio urbano según un plan de inversiones debatido y aprobado por la mesa del comercio.
3º Demandamos limitar al máximo la dotación de nuevo espacio comercial en estos dos polígonos, dentro del marco legal vigente.
Cuadros
IMPORTANCIA DEL COMERCIO
Cerca de 21.000 familias dependen del comercio
Más de 7.000 autónomos (30% del total)
13.500 empleos generados
12% de aportación al PIB ourensano
7.500 bajos ocupados con actividad comercial
Más del 50% de los beneficios obtenidos se invierten en la ciudad
DEMANDAS
Creación de una mesa del comercio.
Reinvertir una parte de las tasas recaudadas en inversiones que fortalezcan la ciudad.
Limitar la dotación de nuevo espacio comercial.
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